Abordar las estrategias de sostenibilidad focalizando esfuerzos en la cadena de suministro puede tener un alto impacto en la lucha contra el cambio climático.
La Agencia de Protección Ambiental de Los Estados Unidos estima que alrededor del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que genera una organización corresponden a su cadena de suministro, incluyendo las actividades de abastecimiento, producción, almacenamiento y distribución (Ernst & Young, 2022).
Algunas acciones que pueden reducir los impactos negativos de las actividades logísticas y de cadena de suministro sobre el medio ambiente, son:
Optimizar la red logística para reducir el transporte, en el abastecimiento (INBOUND) y en la distribución (OUTBOUND).
Mejorar la gestión de las rutas de distribución, incorporando tecnologías como la inteligencia artificial (AI) y la georreferenciación (GIS).
Migrar hacia la electromovilidad.
Reconvertir los procesos productivos para incorporar el uso de energías limpias e incrementar la eficiencia energética.
Optimizar los niveles de inventario.
Utilizar envases y materiales de embalaje eco amigables.
Introducir los conceptos de economía circular en el diseño de productos.
Seguir prácticas esbeltas (LEAN), racionalizando los procesos para reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia.
En Perú se observan señales de cambio. Recientemente, hemos podido observar que varias empresas de retail y consumo masivo han anunciado acciones en favor del medio ambiente, por citar algunos ejemplos:
Falabella ha anunciado su compromiso hacia la descarbonización de sus negocios para ser Net Zero a 2035.
Arca Continental está trabajando en la gestión sostenible de sus plantas productivas a través de iniciativas de eficiencia energética, entre otras.
La cadena de supermercados Wong acaba de adquirir vehículos a base de energía eléctrica para la entrega de pedidos online.
Farmacias Peruanas ha implementado equipos AMR (Autonomus Mobile Robots) para hacer más eficiente el proceso de picking.
En este punto, es importante preguntarse cuáles son los factores que pueden incentivar o, por el contrario, desincentivar a las empresas a tomar estas acciones.
Las razones por las cuales las empresas requieren diseñar cadenas de suministro sostenibles son: cumplir con las leyes y normas relacionadas a los diez principios del pacto global, así como atender las presiones de los inversionistas y las exigencias de los consumidores sobre el cuidado del medioambiente y la sociedad, con la finalidad de fortalecer su imagen y reputación y asegurar su permanencia en el tiempo (United Nations Global Compact, 2015).
Sin embargo, la migración hacia cadenas de suministro sostenibles tiene barreras como las presiones que tienen los lideres de la gestión de la cadena de suministro en reducir los costos e incrementar la rentabilidad del negocio por sobre todo lo demás (Govindan et al., 2021).
En un estudio publicado recientemente por Ernst & Young, en el cual participaron 525 líderes de cadenas de suministro de grandes corporaciones en Argentina, Brasil, Canadá, México y Estados Unidos, se encontraron, como principales hallazgos:
La necesidad de desarrollar un caso de negocio holístico para impulsar las iniciativas sostenibles, y
La necesidad de tener indicadores para medir el desempeño de las iniciativas sostenibles de forma eficiente y objetiva (Ernst & Young, 2022).
Sobre el primer hallazgo, para diseñar y construir una cadena de suministro sostenible, es preciso desarrollar un caso de negocio que permita visualizar los riesgos potenciales que pueden impactar severamente en el negocio, así como las oportunidades de mejora y ahorros que pueden obtenerse, esto con la finalidad de lograr el involucramiento y compromiso de los lideres de la organización.
En caso del segundo hallazgo, la medición del desempeño de las iniciativas sostenibles puede ser determinante en su continuidad en el mediano y largo plazo, aunque, determinar el indicador correcto puede ser un proceso sumamente complejo y, además, calcularlo en forma sistémica puede ser engorroso sobre todo si no se cuenta con las herramientas tecnológicas apropiadas.
Queda aún mucho por hacer. Sin embargo; es alentador ver que se están desplegando esfuerzos conjuntos entre la empresa privada, consultoras especializadas, organismos internacionales y gobiernos para llegar a consensos sobre el tema y avanzar en la migración hacia cadenas de suministro sostenibles.
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